Erisipela en niños pequeños; Síntomas y tratamiento

¿Has notado que la piel de tu bebé está mucho más irritada, enrojecida y reactiva? Aunque a veces se puede confundir con la piel atópica, es necesario tener en consideración otro problema de salud muy importante: la erisipela en niños y bebés.

No en vano, se trata de la infección cutánea más frecuente durante la infancia, ocasionada por la acción de una bacteria que penetra en la piel tras atravesar las barreras protectoras naturales. Precisamente los niños tienen un sistema inmune más débil, y por este motivo ellos son los que más la sufren.

Si ves que la piel de tu bebé presenta una serie de síntomas muy característicos, es importante actuar a tiempo. En los casos más graves, es preciso hacer una hospitalización, ya que sin tratarla, esta enfermedad puede ser muy peligrosa, e incluso mortal.

Te contamos todo lo que debes saber sobre la erisipela en niños, por qué se produce, cómo detectarla, y qué manera hay de prevenirla. También los posibles tratamientos, y precauciones que debemos tener los papás y cuidadores. ¡Toma nota!

¿Qué es la erisipela en niños?

Conocida como erisipela infantil, se trata de una infección de la piel que afecta la epidermis, o capa más externa, así como la dermis papilar. Poco a poco, la infección puede ir transmitiéndose a las capas más internas de la piel, llegando hasta el sistema linfático, y provocando una reacción generalizada.

En la mayoría de los pacientes infantiles, esta enfermedad está causada por una bacteria llamada Streptococcus pyogenes. Es habitual que en alrededor del 20% de los niños afectados se produzca la infección en el rostro, mientras que en un 80% se presentará en las extremidades inferiores.

Es una enfermedad que está considerada como contagiosa en los niños, pero para que se dé es necesario algunos condicionantes. Por un lado, el sistema inmune del bebé deberá estar debilitado, y por otro lado, las bacterias necesitan una vía de entrada en la piel.

Esta vía de entrada es esencial. Puede ser un pequeño arañazo, una herida previa, la picadura de un insecto, una incisión quirúrgica, o incluso lesiones de rascado si previamente ha tenido alguna ronchita. Este es uno de los principales motivos por el que se prohíbe terminantemente  que el niño se rasque las heridas, por ejemplo si está pasando la varicela.

Causas de la erisipela infantil

Tienen que darse una serie de condiciones muy concretas para que un bebé o un niño contraiga esta enfermedad cutánea. No obstante, no resulta tan complicado que llegue a producirse.

Los streptococcus son bacterias que se encuentra de manera natural en todas partes. Algunas variedades están incluso en las vías respiratorias de las personas, tanto adultos como niños.

En la mucosa no provocan ninguna reacción, pero si llegan a entrar en contacto con una herida en la piel, puede causar una pequeña infección. De manera natural, una piel sana y un sistema inmune fuerte, acaba rápidamente con la bacteria. Pero, ¿qué pasa si el niño no está del todo fuerte, o si acaba de pasar por otra enfermedad previamente?

La bacteria comienza afectando la dermis, y poco a poco, si no hay nada que se lo impida, accederá a los ganglios linfáticos de la piel. La inflación de los ganglios conlleva lo que se conoce en medicina como celulitis, provocando una reacción en cadena, ya que la infección pude transmitirse aún más rápido por el sistema linfático hasta otros tejidos del organismo.

Síntomas de erisipela en la piel

¿Cómo se puede detectar la erisipela en niños? ¿Es posible diferenciarla de otras enfermedades de la piel? Lo cierto es que sí. Sus características son muy particulares.

La infección en la piel que se conoce como erisipela conlleva la aparición brusca de una placa rojiza e inflamada de bordes bien delimitados. Estas suelen estar en la cara del bebé, en una pierna o en ambas, casi nunca en otros sitios del cuerpo.

Las placas avanzan rápidamente, y en cuestión de minutos ya están muy marcadas. Resultan muy dolorosas, por lo que el bebé se quejará al tocarlas o por el roce. También se notan muy calientes al tacto. En algunos casos llegan a salir ampollas.

Tras unos días, el enrojecimiento y las molestias se reducen, y las ronchas se van descamando poco a poco. Esto no quiere decir que la infección haya pasado. Hay que seguir controlándola para que no se den complicaciones.

Otros síntomas generales

Además de las ronchas y el dolor, el bebé suele describir otros síntomas como malestar general y mucha fiebre. Estos síntomas varían en cada paciente según la gravedad de la infección.

Una vez en el médico, hay que hacer una analítica para un diagnóstico concreto. En el análisis se verán leucocitos con neutrofilia, además de una elevada cantidad de proteína C reactiva en sangre, típico de una infección.

En el diagnóstico también puede hacerse referencia a una celulitis infecciosa, sobre todo si la infección está avanzada y se ha extendido a los ganglios cercanos.

El doctor también tenderá a mirar en los espacios digitales del bebé, justo entre los dedos. Es típico que haya descamación, fisuras y maceración de la piel, a veces provocada por una micosis que suele ir de la mano de la erisipela en niños.

Complicaciones médicas

La erisipela en niños solo supone un riesgo de mortalidad en personas que tienen una importante depresión del sistema inmunitario. Será necesario mantener un control exhaustivo en bebés prematuros o en aquellos que tengan alguna enfermedad o que hayan pasado por una infección grave previamente.

En el peor de los casos, las propias heridas que provoca la infección podrían re-infectarse y provocar una necrosis de la piel. La erisipela podría favorecer otras enfermedades en el bebé, así como algunos tipos de complicaciones:

• Abscesos cutáneos
• Necrosis de tejidos
• Ampollas
• Neumonía
• Meningitis
• Tromboflebitis
• Escarlatina
• Púrpura hemorrágica

A diferencia de otras enfermedades infecciosas, precisamente esta no es contagiosa. Como hemos visto, el contagio se da cuando las bacterias que hay en el medio ambiente penetran en la piel y provocan una infección.

No obstante, el resto de infecciones y complicaciones sí que se podría considerar como un contagio persona a persona, y es importante evitarlas con las pertinentes precauciones.

Tratamiento de la erisipela en niños

El tratamiento de la erisipela en niños es similar a cualquier otro tratamiento para una infección. En todos los casos hay que adaptar la medicación a las necesidades y capacidades del paciente, siendo el principal medicamento un antibiótico específico para la bacteria implicada.

Antibióticos orales

La penicilina suele ser el tratamiento por antibiótico predilecto para acabar con la infección por Streptococcus. Ya sea la penicilina pura, o sus derivados sintéticos en caso de alergia o intolerancia en el paciente, de preferencia suele ser de aplicación oral.

Es muy importante seguir el tratamiento de 5 días pautados por el médico, prestando atención a la dosis, horarios y número de días del tratamiento. En ocasiones, si no se observa mejoría, puede incluso prolongarse hasta 10 días o 2 semanas completas.

Los síntomas remitirán en el plazo de 24 a 48 horas, aunque si no se termina el tratamiento completo, el riesgo de que la infección evolucione a celulitis seguirá estando latente. La mejora de las lesiones tardará algunos días más, pero acabarán desapareciendo.

En el caso de una erisipela en extremidades inferiores, se ha visto que mantener elevadas las piernas del bebé disminuye el edema y la hinchazón. Se pueden colocar compresas frías para aliviar el dolor y las molestias, aunque es preferible consultarlo con el médico antes de su aplicación.

Tratamiento hospitalario

En casos graves, puede que el bebé o el niño pequeño precise de hospitalización y de un tratamiento más completo. Estas son las situaciones en las que el pediatra podría considerar un ingreso del paciente:

• Fiebre muy elevada que no baja
• Infección necrotizante de la piel
• Si el paciente no responde ante la medicación
• En el caso de riesgo de inmunodepresión

Cualquier información que puedan proporcionar los padres a la hora de hacer el diagnóstico puede ser importante en estos casos. Si el pequeño ha padecido alguna enfermedad en los últimos meses, si tiene algún tipo de alergia a los medicamentos, o si tiene su sistema inmunitario es más débil de lo normal, son datos de gran relevancia para actuar rápidamente con el tratamiento más adecuado.

Aún así, la erisipela en niños no es grave, y se puede tratar fácilmente impidiendo que la infección vaya a más. Antes de que se convierta en un cuadro infeccioso grave, en apenas unos días y haciendo un seguimiento completo del tratamiento, el pequeño volverá a tener la piel intacta, como principal barrera contra los microorganismos externos.