Puede que la escarlatina en niños te suene prácticamente como una enfermedad antigua, que salía en películas como Sonrisas y Lágrimas o en Mujercitas, pero que ya es prácticamente imposible de encontrar en los años que corren. Y sin embargo, en la Comunidad de Madrid nos sorprenden de vez en cuando algunos brotes de esta enfermedad, que aparecen en colegios en forma de carteles de aviso para los papás, o en el boca a boca con otros papis cuyos niños la han pasado sin que seamos conscientes de ello.
La escarlatina en niños ya no es tan peligrosa como hace algunos años, la aparición de los antibióticos ha logrado su completo control en países como el nuestro, y aunque sigue habiendo más casos de los que podamos imaginar, no son casos graves, y los niños la pasan casi sin problemas.
Aún así, es importante que los padres conozcamos los síntomas de la escarlatina, para poder detectarla en sus comienzos y poder acudir rápidamente al médico para su tratamiento. También es interesante saber cómo se contagia y cómo podemos evitarla para que nuestros pequeños no se pongan malitos
Hoy te contamos todos los detalles de esta enfermedad que fue tan grave algunos años atrás cuando no se conocía si quiera su procedencia, y que hoy es tan sólo una más, pero que no debemos olvidar en ningún momento por la salud de nuestros hijos.
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Escarlatina en niños; ¿qué es la escarlatina?
La escarlatina es una infección que se produce principalmente en niños cuando su sistema inmune no está aún desarrollado del todo o se encuentra debilitado, provocado por una bacteria llamada estreptococo beta-hemolítico del grupo A (EBHGA). Esta bacteria no es dañina en sí, pero produce en el interior del cuerpo del niño una toxina que afecta a las personas más susceptibles
Síntomas de escarlatina
En niños se presenta esta enfermedad con síntomas muy claros, como es la aparición de un sarpullido rojo o de color anaranjado en toda la piel del pequeño.
Esta enfermedad es muy inusual en niños de menos de 2 años de edad, siendo mucho más frecuente su aparición en niños entre 4 y 8 años, ya que la mayor fuente de contagio de escarlatina suele ser otros niños, siendo muy frecuente que si un niño en el colegio contrae esta enfermedad, todos sus compañeros de clase también la pasen junto a él en mayor o menor medida.
Además del sarpullido, también se aprecian otros síntomas de escarlatina en niños muy característicos que lo acompañan:
- Sarpullido. Se presenta como una pequeña quemadura solar de color rojo, con un tacto áspero y que puede ir acompañada de picor. Suele aparecer primero en el cuello y la cara del niño, para ir extendiéndose en el pecho, la espalda y el resto del cuerpo, desapareciendo una semana después.
- Fiebre. Suele aparecer unas 12 horas y hasta 2 días después del comienzo del sarpullido, y puede ser más o menos elevada según cada niño. También puede presentarse la escarlatina sin fiebre, aunque es menos común en niños pequeños.
- Dolor de garganta. Viene acompañado de la inflación de las amígdalas del niño. En la lengua también pueden aparecer puntitos y coloración roja.
- Otros; como dolor de cabeza, nauseas y vómitos, dolor de estómago, de músculos, y molestias generales.
¿Cómo se contagia la escarlatina en niños?
¿La escarlatina es contagiosa?
El sarpullido de la escarlatina no es contagioso en sí, pero la bacteria sí que se puede contagiar entre niños y también a otros miembros de la familia. La bacteria puede contagiarse a través de las manos, compartiendo vasos y cubiertos con los enfermos sin haberlos lavado antes correctamente, o incluso si el niño estornuda directamente sobre otra persona, debido a un contagio directo.
¿Cuándo es el período de contagio de la escarlatina?
Desde el momento en que el niño empieza la enfermedad, sin que necesariamente haya tenido todavía ningún síntoma de sarpullidos en su cuerpo. Sin embargo, cuando el niño ha comenzado el tratamiento antibiótico, a las 24 horas ya no será contagioso, por esta razón es tan importante empezarlo cuanto antes para cortar el contagio.
Haber padecido la enfermedad antes no implica que un niño no pueda volver a pasarla. No hay ninguna vacuna para la escarlatina que nos impida adquirir esta enfermedad cuando somos pequeños, como puede ser el caso del sarampión.
Tratamiento para la escarlatina
El tratamiento de la escarlatina consiste en la aplicación de antibióticos especiales para combatir la bacteria que la causa. Todos estos antibióticos deben ser recetados por el médico, quién tendrá que determinar que de hecho se trata de esta enfermedad a través de las pruebas pertinentes.
El tratamiento siempre es oral, pero si el niño se niega a tomar la medicación prescrita, el médico puede aplicar una sola inyección de antibióticos con acción prolongada.
En casa, el tratamiento de la escarlatina en niños es también sencillo, controlando otros síntomas como la fiebre y el malestar, hasta que el niño se recupere por completo y pierda todas las marcas rojas de su piel para volver a sentirse completamente bien de nuevo.