Desde siempre hemos oído que el desayuno es una de las comidas más importantes para que los niños tengan un buen rendimiento escolar a lo largo de sus años en el colegio. Esta afirmación no se trata tan solo de un dicho popular, ya que son muchos los estudios científicos que a lo largo de los años han demostrado la relación que tiene la alimentación con el aprendizaje de los niños.
Los niños no solo tienen que desayunar bien para tener energía a lo largo de la jornada escolar. En esta etapa tan delicada, su alimentación debe ser adecuada en todas las comidas, ya que su cuerpo, y sobre todo su cerebro, se encuentran todavía en pleno desarrollo, y es de suma importancia proporcionar las cantidades de nutrientes requeridas para su correcto funcionamiento.
Hoy en día sabemos que los niños que siguen una dieta sana, equilibrada, y rica en nutrientes sacan mejores notas en el colegio y tienen un mejor control del estrés.
¿A qué se debe esto? ¿Cómo podemos ayudar los padres a que nuestros hijos aprendan más y mejor? Vamos a ver todos los detalles.
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Alimentación sana para favorecer el aprendizaje infantil
Los niños tienen unos requerimientos nutricionales diferentes a los de los adultos. Si para nosotros es muy importante seguir un estilo de vida saludable, para los niños es indispensable una dieta sana que influya de manera positiva en su crecimiento.
Según los últimos estudios, los hábitos de alimentación infantil y el estilo de vida de los niños tienen una relación directa con el rendimiento escolar.
Los datos arrojan claras evidencias en aquellos niños que han seguido una dieta saludable a lo largo de su infancia, obteniendo un mayor rendimiento en los deberes escolares, notas más elevadas, y mejor satisfacción para los niños.
¿Cómo debe ser la alimentación escolar para influir de manera positiva en el aprendizaje de los niños? Es muy simple.
La alimentación para niños debe ser rica en frutas, verduras, proporcionar un consumo adecuado de legumbres, pescados y frutos secos, limitando alimentos menos propicios para esta etapa de crecimiento como son los dulces, platos precocinados y el exceso de carne.
Tomando como referencia la dieta mediterránea, y sin tener que seguir unos hábitos alimenticios demasiado estrictos, es muy fácil seguir las recomendaciones nutricionales que hacen los expertos en salud para los niños en edad escolar.
Nutrientes importantes para el aprendizaje de los niños
Una alimentación saludable para los niños debe contener las cantidades adecuadas de nutrientes que participan de manera activa en el desarrollo y mantenimiento de su organismo y las funciones vitales.
Además de ello, durante el aprendizaje de los niños existe un mayor requerimiento de algunos nutrientes en concreto, básicos para el buen funcionamiento de su sistema nervioso.
Los niños en edad escolar están expuestos a un mayor estrés debido a los deberes, exámenes, y a los conocimientos que están constantemente adquiriendo en la escuela, en esta etapa de crecimiento personal e intelectual en la que el cerebro se puede ver sobrepasado.
Es normal que los peques sufran de falta de energía, apatía, e incluso que creen un sentimiento de rechazo al colegio y a las clases, que de alguna manera podría estar relacionado con una mala alimentación.
Los expertos en nutrición infantil hablan de algunos nutrientes que ayudan en el rendimiento escolar, que podemos asegurar fácilmente al seguir en casa una dieta adecuada para toda la familia:
Grasas saludables
Imprescindibles para el buen funcionamiento de la vista, los ácidos grasos omega 3 y 6 procedentes de las grasas saludables como el aceite de oliva, el aguacate, los frutos secos y el pescado son imprescindible para la formación de células nerviosas y la transmisión del impulso sináptico.
Vitaminas del grupo B
Las vitaminas del grupo B se encuentran ampliamente distribuidas en todo tipo de alimentos naturales como los frutos secos, los cereales integrales, las legumbres, el huevo, o los lácteos entre otros.
Fundamentales para activar el metabolismo energético, los niños tienen unos requerimientos de vitaminas algo mayor que los adultos cuando su cerebro aún está desarrollándose.
Hierro
Una deficiencia de hierro provoca cansancio y apatía en los niños que no siguen una dieta equilibrada. Este mineral que es básico para la formación de cualquier tipo de célula no solo se encuentra en la carne, si no también en el pescado, las verduras y legumbres, que al mismo tiempo proporcionan otros tipos de nutrientes muy beneficiosos.
Magnesio
De la misma forma, el magnesio es un mineral que se encuentra en carnes, lácteos, y también en cereales enteros y verduras de hoja verde. Es básico para el sistema nervioso, y un déficit de este nutriente podría provocar cansancio y numerosas afecciones psicológicas en los niños.
Zinc
Este es un ejemplo de mineral cuyos requerimientos son mayores en niños que en adultos. Los peques lo necesitan para su crecimiento, para mantener el metabolismo que está ligeramente más elevado en la etapa de la niñez y adolescencia, y también para contribuir en la función cognitiva.
El zinc lo encontrarás en alimentos de origen animal como carne, pescado, huevo, y sobre todo en los frutos secos y semillas.
El papel de los padres en la alimentación de los niños
Estos alimentos que son tan esenciales para el aprendizaje de los niños no son precisamente los más apetecibles para ellos. Hoy en día los peques están siendo bombardeados constantemente con publicidad de productos procesados, cargados de saborizantes como la sal y el azúcar que de alguna manera crean una gran adición.
Es responsabilidad de los padres ofrecerles una dieta que sea adecuada para ellos, predicando con el ejemplo en casa al seguir un estilo de vida saludable a través de buenos hábitos.
De esta manera es más sencillo conseguir que los niños tomen alimentos adecuados, si ven que sus padres siguen el mismo tipo de alimentación que ellos, inculcándoles estas costumbres desde pequeños.
Si tú también quieres aprovechar las bondades de seguir una alimentación beneficiosa para el aprendizaje de los niños, deja a un lado los alimentos procesados, dulces y aquellos que son menos saludables.
Decántate por comidas más naturales, con más frutas, verduras, legumbres, cereales enteros, pescado, carne magra y huevos, para que tus hijos rindan mejor en la escuela y crezcan sanos y fuertes.