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La miel es uno de los endulzantes naturales más beneficiosos que podemos incluir en la dieta. Sin embargo, es totalmente contraproducente comer miel durante la infancia, ya que a este alimento se asocia una de las peores enfermedades por las que puede pasar un bebé.
¿Por qué lo bebés no pueden tomar miel? Si bien no es seguro que esta lo contenga, lo cierto es que la miel natural, la de abeja, tiene una alta probabilidad de contener una bacteria que es peligrosa para los bebés. Por ello, y según los expertos, la combinación de bebés y miel nunca es buena idea.
Aunque puedas pensar que la miel es genial para darle un extra de sabor a las papillas de cereales o a los potitos de fruta, ocurre todo lo contrario: ¡hay que evitarla a toda costa! Cuanto más pequeño sea el bebé, mayor es el peligro que corre.
Pero, ¿qué ocurre si un bebé toma miel? ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Hay algún tipo de miel segura? ¿Hasta qué edad hay que evitar la miel en bebés? Respondemos a todas estas preguntas a través de una completa guía para papás y cuidadores.
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¿Pueden comer miel los bebés?
Los bebés menores de un año no deben comer miel de ningún tipo. Aunque sea un alimento dulce que resulta delicioso para muchos, y que tenga excelentes propiedades antioxidantes y antibacterianas, en niños de menos de 12 meses el riesgo será siempre mayor que los beneficios.
La miel no es segura para los bebés en la etapa de desarrollo, y sobre todo en la lactancia. Cuanto más tardes en incluirla en la dieta, mejor para el pequeño.
A medida que se va diversificando la alimentación, más allá de la lactancia, se añaden nuevos alimentos en la dieta del bebé. Los últimos alimentos en ser incluidos son los que entrañan mayores riesgos, entre ellos, la miel natural de abeja.
¿Por qué no se puede dar miel a un bebé?
Vale, ya tenemos claro que es peligrosa, pero, ¿por qué la miel no es buena para los bebés? Básicamente porque podría contener una bacteria llamada Clostridium botulinum, causante de una infección que se conoce como botulismo. ¿Te suena?
El Clostridium es un organismo que se encuentra en la naturaleza, formando esporas que contaminan todo tipo de superficies. Estas esporas se pueden encontrar en todas partes, pero hay un medio en el que sobreviven mejor: los alimentos dulces.
Las abejas producen miel tomando el polen de las flores, que frecuentemente contienen estas esporas bacterianas. Por ello, y aunque no todas las miel están contaminadas, es habitual que al analizarlas siempre se descubran esporas de Clostridium, incluso en granjas de miel controladas.
El botulismo se puede dar en todo tipo de personas. Mientras que en los adultos y niños mayores tan solo supondría una gastroenteritis leve, en bebés es una infección muy peligrosa. El botulismo puede ocurrir en niños entre 6 y 12 meses principalmente, frecuentemente relacionado con el consumo de miel.
Botulismo infantil y miel de abeja
Conocido también como botulismo del lactante, esta infección era más frecuente hace algunas décadas, y ha ido disminuyendo su prevalencia. Esto se debe sobre todo al conocimiento que tienen los padres, evitando darle miel a los bebés según la recomendación del pediatra.
No quiere decir que la bacteria haya desaparecido. Todo lo contrario, sigue a nuestro alrededor, y la encontramos de manera frecuente en la miel de abeja. Cuando el bebé toma la miel contaminada, las esporas proliferan en el tubo digestivo y provocan graves daños.
¿Quieres saber más sobre el botulismo en niños pequeños? Tenemos una completa guía en la que podrás descubrir todo sobre las causas, síntomas y tratamiento. Echa un vistazo:
Igualmente, comer miel en el embarazo conllevaría algunos riesgos para la futura mamá y el feto, que habría que considerar para tomar las medidas adecuadas. Puedes descubrir más sobre ello aquí:
¿Qué pasa si le doy miel a mi hijo?
Si bien un bebé no debe comer miel antes de su primer año de edad, en caso de que la tomara sin darnos cuenta, no tiene por qué pasar nada. No en todos los casos la miel está contaminada, ni quiere decir que las esporas vayan a desarrollarse si las hubiera.
No obstante, los pediatras recomiendan encarecidamente a todos los papás que nunca den de comer miel a un bebé. El riesgo de botulismo del lactante es más elevado de lo que podríamos imaginar, y no merece la pena exponer al bebé antes de tiempo.
Cuanto más pequeño sea el bebé, mayor será el peligro de contraer la enfermedad. Su sistema digestivo aún está en proceso de adaptación, así como el sistema inmune, que no es tan potente como el de los adultos.
¿Tu bebé menor de 1 año ha tomado miel? Presta mucha atención a los síntomas de la enfermedad y ve corriendo al médico u hospital de urgencias si notas algo raro. Ante la duda, consulta al pediatra sobre qué puedes hacer para que el bebé no sufra las consecuencias.
¿A qué edad puede comer miel mi hijo?
Si en casa sois amantes de la miel, y quieres que tus peques también se beneficien de sus múltiples propiedades, no te preocupes, porque llegará un momento en que el peligro haya pasado. El tramo de edad es de más o menos 1 año.
Generalmente, a partir del año, el bebé ya podrá empezar a comer miel, añadiéndolo en pequeñas cantidades al principio, y comprobando que le sienta bien. La inclusión de la miel en la dieta del bebé es igual que la de cualquier otro alimento; hay que hacerla con precaución.
Eso sí, en el caso de la miel, cuanto más tiempo estén los niños sin tomarla mucho mejor. ¿Por qué? Pues es sencillo: es un alimento muy rico en azúcares, y no se debe abusar de él a ninguna edad.
El paladar de los niños se va educando a medida que crece y prueba nuevas comidas. No hay que precipitarse en darle dulces, incluso si se trata de comer miel o de mezclarla con otros ingredientes. El abuso del azúcar en la infancia es un problema actual que hay que combatir igualmente, y por muy sana que sea la miel, no deja de ser un endulzante poco recomendable como el azúcar de caña, azúcar moreno, panela, melazas o sirope.
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¿Y tú, conocías ya los riesgos que tiene comer miel para los bebés menores 1 año? ¿Habías oído hablar del botulismo infantil? Mantén una alimentación segura para tu peque a lo largo de la infancia, evitando las principales causas de contaminación y toxoinfecciones. ¡Es muy fácil!
