Después de haber hablado de los falsos mitos que existen sobre comer determinados alimentos en el embarazo como son el queso o las salchichas, otro de los más comunes son el pescado. En esta ocasión nos centraremos en un plato exquisito: las anchoas en el embarazo, analizando de qué manera se pueden y no se pueden comer para mantener la salud de la madre y el bebé.
Y es que las anchoas son un tipo de pescado azul con un perfil nutricional muy bueno durante la gestación. Aporta una gran cantidad de ácidos grasos omega 3, vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales, y no debemos dejarla de lado en la dieta de la embarazada.
Pero parece que las anchoas en embarazo no son la mejor alternativa para complementar la dieta. ¿A qué se debe esta mala fama que tienen? ¿Puede comer anchoas una embarazada o no?
Vamos a ver cuáles son las recomendaciones de los nutricionistas y médicos para comer anchoas en el embarazo, y qué elaboraciones son las que no tienen ningún riesgo.
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¿Qué son las anchoas?
Las anchoas son un tipo de pescado en conserva que se realiza a partir de un boquerón conservado en salazón. A diferencia de otras conservas de pescado o marisco, las anchoas en lata no se cuecen, si no que se mantienen directamente con sal y vinagre en el recipiente.
Los boquerones son los pescados crudos, que se pueden cocinar directamente, o ponerlos en vinagre para la elaboración de un plato muy bueno: los boquerones en vinagre. Estos también están crudos, pero ligeramente ‘cocinados’ a través de un proceso químico que produce el propio vinagre.
En cambio, las anchoas son salazones, que mantenidas en una solución salada y enlatadas correctamente, tienen una mayor fecha de caducidad. El sabor es diferente al de los boquerones, así como la textura, pero su composición nutricional es la misma.
¿Sabrías decir cuáles son las anchoas más famosas de España? Por supuesto, las de Santoña, en Cantabria. Fueron los pioneros en enlatar este tipo de pescado en salazón, y son las más vendidas en todo el mundo.
Tipos de anchoas en el mercado
Para saber si se pueden comer anchoas en el embarazo, es muy importante saber distinguir qué tipos existen. Como ya hemos visto, las anchoas son los boquerones en salazón, por lo que esta es la principal diferencia que hay entre los productos.
Las anchoas en el embarazo serán totalmente seguras según el tipo de producto o alimento del que partamos a la hora de consumirlas:
Anchoas crudas
Las anchoas crudas son principalmente los boquerones. Este tipo de pescado se conoce coloquialmente como anchoa, aunque su nombre verdadero es boquerón, y es la nomenclatura que encontrarás por ejemplo si lo compras en el supermercado o la pescadería.
En este caso puede comer anchoas embarazada si estas anchoas crudas o boquerones se han tratado térmicamente, tanto a través del frío o del calor como veremos más adelante.
Anchoas en conserva
El tipo de anchoas son las que vienen en conserva, que pueden ser en vinagre, en aceite o en salazón. En todos los casos, las anchoas vienen crudas, y no suelen tener un tratamiento térmico previo a su conservación.
Pero no te preocupes, porque hay algunas formas de tomar anchoas embarazada si te gustan este tipo de conservas. Te damos la solución para que las comas sin peligro para tu salud o la de tu bebé.
¿Se pueden comer anchoas en el embarazo?
Por supuesto que las embarazadas pueden comer anchoas, al igual que cualquier otro tipo de pescado blanco o azul. De hecho es muy aconsejable incluirlas en la dieta, ya que su aporte nutricional es muy bueno.
La única pega que tienen las anchoas es la forma de consumirlas. Al igual que el resto de peces de mar, los boquerones y anchoas contienen un pequeños gusano, llamado anisakis, que puede provocar efectos adversos en el cuerpo de la futura mamá.
El anisakis, o gusano del pescado, vive en las vísceras de los animales marinos. Al capturar los peces, pasa a la carne del animal, por lo que por mucho que se limpie el pescado, siempre hay riesgo de contaminación.
¿Pueden las embarazadas comer anchoas incluso con el riesgo de anisakis? Lo único que debes tener en cuenta es la correcta eliminación de este parásito, que se muere a una temperatura de cocinado por encima de los 70ºC, o también congelándolo durante al menos 2 días.
Beneficios nutricionales del pescado azul
Las anchoas y embarazo son dos conceptos que deben ir de la mano según los médicos. Es un pescado muy saludable, y por ello se recomienda incluirlo en cualquier tipo de dieta, incluso durante la gestación.
La carne de la anchoa es muy rica en proteínas y grasas, pero de la mejor calidad. Contiene alto porcentaje de aminoácidos esenciales y ácidos grasos, que son necesarios en el proceso de gestación para el crecimiento y desarrollo del bebé.
También aporta hierro, sodio, potasio, calcio (ya que se toma con las espinas), fósforo, y vitamina A y del grupo B. Su contenido en colesterol no es muy elevado, y de hecho, ayuda a bajar los niveles de colesterol malo en sangre, mejorando los problemas de hipercolesterolemia en el embarazo.
Como punto negativo debemos destacar que las salazones de anchoas contienen más sal de la sería saludable en una dieta. Para evitar la hipertensión en el embarazo no es bueno abusar de las conservas de pescado, optando por otros pescados naturales como el boquerón.
¿Cómo tomar y preparar las anchoas en el embarazo?
Las anchoas han sido durante mucho tiempo uno de los alimentos prohibidos en el embarazo. Esto ha cambiado en los últimos años, ya que se conocen las mejores técnicas para poder comerlas sin riesgo.
Tienes diferentes opciones para comer las anchoas tanto en conserva como crudas:
1. Si las quieres tomar crudas, una alternativa es congelarlas previamente para poder acabar con el gusano del pescado. Congélalas en tu casa durante al menos 2 o 3 días, y tendrás total seguridad de que el gusano ha muerto.
2. Otra opción es cocinar las anchoas crudas directamente a la plancha. Esto es ideal por ejemplo si quieres incluir boquerones o anchoas frescas en tu dieta. Hazlas a la sartén o a la brasa, asegurándote de que la carne queda totalmente hecha.
3. También puedes añadir anchoas en la pizza, o en cualquier otra elaboración que vayas a cocinar después. Horneándolas a una elevada temperatura, las anchoas estarán libres de microorganismos y de anisakis para que no haya peligro para tu bebé.
Ante cualquier duda, si no tienes claro si las anchoas están correctamente cocinadas o si han seguido un correcto proceso de congelación, lo mejor es evitarlas.
¿Qué pasa si he comido anchoas en el embarazo sin asegurarme de que estuvieran en buenas condiciones? No te agobies. Lo más seguro es que no pase nada. Pero por si a caso, es mejor no correr este riesgo en reiteradas ocasiones.
Riesgos para las embarazadas de tomar anchoas
El principal riesgo que tiene comer anchoas en el embarazo es que estas contenga el gusano llamado anisakis. Como ya hemos indicado, es un parásito que está en todos los pescados marinos, muy difícil de evitar, y la única forma de acabar con él es a través del calor o de la congelación.
El anisakis no entraña ningún riesgo para el bebé, así que no temas por ello. Sin embargo, la infección por anisakidosis es un problema para la futura mamá. Te contamos por qué.
Anisakiosis en el embarazo
El anisakis es un pequeños gusano blanco que pasa inadvertido en la carne del pescado a no ser que se mueva. Cuando el gusano se ingiere vivo, si el pescado no se ha cocinado o congelado, este penetra en la mucosa gástrica y provoca una serie de síntomas muy molestos.
Cada persona puede tener una sensibilidad mayor o menor al anisakis. En los casos más graves se dan gastritis agudas o alergias, y en los menos severos, unas simples molestias abdominales.
Entre los síntomas más habituales destacan el dolor de tripa, nauseas, vómitos, erupciones cutáneas, inflamación abdominal, dificultad respiratoria, y otros síntomas de alergia.
El gusano no puede pasar al feto a través de la placenta. Sin embargo, si la madre se encuentra muy mal, es habitual recetarle medicamentos, y estos sí que podrían tener un efecto adverso para el futuro bebé.
Por este motivo, y para evitar cualquier posible riesgo, no te la juegues. Si vas a comer anchoas en el embarazo, cocínalas o congélalas un par de días antes, y seguro que las disfrutarás el doble.
Otros alimentos que se pueden tomar en el embarazo
En El Blog de tu Bebé encontrarás mucha más información para cuidar tu salud y la de tu bebé durante el embarazo a través de la alimentación. Descubre estas otras guías sobre otros alimentos:
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Como has podido comprobar, comer anchoas en el embarazo no es ningún peligro. Haz un buen consumo de los alimentos buenos para ti y tu bebé, y sigue disfrutando de tus comidas favoritas en esta etapa tan especial.