¿Se puede comer morcilla en el embarazo?

¿Eres amante de los embutidos y te gustaría seguir disfrutándolos durante los meses de gestación? Uno de los que suscitan más dudas es la morcilla en el embarazo, un alimento súper completo, rico en nutrientes, pero el cual podría resultar peligroso para la salud, tanto del feto como de la futura mamá.

Saber alimentarse bien en el embarazo es esencial para asegurar un correcto desarrollo del bebé. Típica de muchos países como España, Latinoamérica, e incluso Asia, la morcilla, al igual que otros derivados cárnicos, aporta gran cantidad de proteínas, vitaminas, minerales, y otros nutrientes esenciales.

Si bien la morcilla cruda podría ser transmisora de múltiples parásitos, bacterias y otros microorganismos, un correcto cocinado podría ser la clave para poder comer morcilla embarazada de manera segura.

Descubre cómo preparar previamente la morcilla para tomarla en el embarazo a través de los mejores consejos de los expertos en nutrición. Toma nota y cuida tu salud en todo momento.

¿Puedo comer morcilla en el embarazo?

La morcilla es un embutido que se prepara con sangre cocida, mezclada con grasa de cerdo y embutida en una tripa. Es España la más típica es la de León o la de Burgos, aunque hay otros muchos sitios donde se prepara la clásica morcilla de arroz, con cebolla y otros añadidos que están deliciosos.

Para poder conservarla más tiempo, a esta preparación se le suele añadir grandes cantidades de sal. Por este motivo, es un alimento rico en grasa, colesterol y sodio, del que no debemos abusar, como pasa con el chorizo, el salchichón y otros embutidos tradicionales.

Si bien hace algunos años la morcilla se solía hacer de forma artesanal, cada vez encontramos más productos que se elaboran industrialmente. Concretamente estos son los más recomendables para el embarazo, ya que siguen unos controles de seguridad alimentaria más estrictos.

Por lo general, comer morcilla en el embarazo no es malo. Sin embargo, para evitar la transmisión de microorganismos patógenos que puedan afectar de manera directa al feto, hay que tener una serie de consideraciones, escogiendo el producto correcto para su consumo.

Riesgos de la morcilla para la embarazada

No hay nada más delicioso que una morcilla artesanal fresca, recién hecha y con todo su sabor característico. Hay a quien le encanta incluso comerla cruda; pero precisamente durante el embarazo, esta es una costumbre que debemos evitar a toda costa.

Las morcillas artesanales se hacen con carne cruda conservada, grasa y sangre cocida. Son un potencial transmisor de microorganismos causantes de intoxicaciones alimentarias como la listeria, la salmonela o el toxoplasma.

Una persona adulta que goce de buena salud, cuando consume un alimento contaminado con alguno de estos microorganismos, apenas presentará síntomas. Pero en la mujer embarazada es muy diferente, ya que su sistema inmune es mucho más frágil.

Estos microorganismos podrían ingresar al torrente sanguíneo a través del sistema digestivo de la mamá, atravesando la placenta y llegando hasta el feto. Las consecuencias para la madre son graves, pero mucho más para el bebé que crece en su interior.

Peligros de la morcilla para el feto

Tomar morcilla cruda o que no esté del todo cocinada, entrañaría el grave riesgo de transmitir una toxoinfección alimentaria. A menudo, estos alimentos contienen microorganismos patógenos que son peligrosos para el desarrollo del feto.

Uno de los mayores riesgos es la transmisión de la enfermedad conocida como toxoplasmosis. Producida por el parásito Toxoplasma gondii, que se encuentra en la carne de cerdo y derivados, tiene consecuencias graves para el bebé.

Además de poder provocar malformaciones congénitas en el feto, la toxoplasmosis se relaciona con aborto espontáneo o con parto prematuro. El tipo de efecto dependerá de la etapa del embarazo en la que se transmita la infección, así como del estado de salud previo de la mamá.

Si bien, comer morcilla en el embarazo no es malo, es importante tener cuidado para evitar intoxicaciones como la salmonelosis o la listeriosis, muy comunes en el consumo de embutidos.

Beneficios de la morcilla en el embarazo

A pesar de su parte negativa, la morcilla es un alimento muy saludable en el embarazo si se consume de forma segura. ¿Cuáles son los beneficios que aporta para la salud de la futura mamá y el feto? Estos son los más remarcables:

• Excelente fuente de hierro, por su alto contenido en sangre, ayudando a prevenir la anemia en el embarazo.
• Rica en micronutrientes esenciales, como el potasio, el zinc, el calcio, el fósforo, el magnesio o el selenio.
• Aporte de vitamina A, vitaminas del grupo B, y ácido fólico, previniendo defectos en el desarrollo del tubo neural del feto.
• Gran aporte de proteínas de alto valor biológico, con alta riqueza en aminoácidos esenciales.
• Es un embutido más bajo en grasas y colesterol que otros como la butifarra, la chistorra o el chorizo.

Como puedes ver, la morcilla en el embarazo tiene múltiples ventajas que no se encuentran en otros derivados cárnicos. No es bueno abusar de ella, pero siempre que se tome de forma responsable, es ideal para enriquecer la dieta en nutrientes.

Cómo tomar morcilla embarazada de forma segura

Si eres amante de la morcilla y quieres seguir tomándola durante el embarazo, seguro que a estas alturas ya estás más que convencida de lo buena que es para ti y para tu bebé. Escoge siempre alimentos de máxima calidad, siguiendo los consejos que nos dan los especialistas para eliminar cualquier posible riesgo:

• Evita comer morcillas artesanales cuya procedencia no sea del todo segura.
• Decántate por morcillas industrializadas, que hayan pasado por controles de calidad y vengan correctamente etiquetadas.
• Comprueba que el producto venga bien empaquetado, y que haya seguido una cadena de conservación y almacenamiento segura.
• Consúmelo según la fecha indicada en el envase, conservándolo en casa en el frigorífico.
• Si no lo vas a consumir de inmediato, la morcilla congelada puede ser muy buena opción.
• Evita comer morcilla cruda, cocinándola adecuadamente para acabar con cualquier microorganismo.
• Escoge morcillas cocidas, fritas, a la barbacoa o hechas a la plancha. Asegúrate de que estén bien cocinadas tanto por fuera como por dentro.
• Mejor cómelas en casa, o hazlas tú misma para asegurarte de que están bien hechas. Evita comer morcillas en un restaurante o cualquier otro sitio que no puedas controlar.
• La morcilla vegana también puede ser muy buena alternativa, con un sabor y textura bastante conseguidos.

Ante todo, ten mucho sentido común a la hora de comer morcilla en el embarazo o cualquier otro alimento que pueda convertirse en transmisor de enfermedades. Tampoco la tomes en exceso, intentando mantener una dieta variada, incluyendo al mismo tiempo alimentos de origen vegetal como frutas, verduras, legumbres y frutos secos.

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Sigue una alimentación sana y equilibrada, disfrutando de la morcilla en el embarazo de forma segura y responsable para asegurar un correcto desarrollo del feto. Si tienes dudas, ponte en contacto con tu médico para saber qué alimentos son los más recomendables en esta etapa.