¿Eres amante de la trufa y no estás segura de si puede comerla durante la etapa de gestación? Te contamos todo lo que debes saber sobre tomar trufas en el embarazo.
El intenso sabor a trufa es uno de los favoritos de muchas personas. Aunque es un alimento caro, bastante difícil de encontrar, hoy en día se ha vuelto tan popular que lo podemos encontrar incluso en productos de consumo diario, o formando parte de diferentes salsas y cremas.
Sin embargo, y aunque todos hayamos probado la trufa alguna vez, muy pocas personas saben de dónde procede, y qué riesgos de salud podrían estar asociados a este hongo. Sí, efectivamente, se trata de un hongo, que además crece debajo de tierra.
Si tú también quieres saber cómo comer trufa en el embarazo, de qué manera prepararla, y qué alimentos evitar, toma nota de todos los detalles.
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¿Qué son las trufas?
La trufa es un tipo de hongo de la variedad ascomiceto, que se desarrolla y crece de manera subterránea bajo la tierra. Tiene forma de tubérculo, como una patata. El hongo puede ser de diferentes tamaño, colores, y de forma redonda o más irregular.
Seguro que te suena la trufa blanca y la trufa negra. Son el mismo tipo de hongo, pero diferentes especies. Se diferencian no solo en el color, si no también en que las trufas negras tienen la superficie más rugosa, y su sabor es más intenso.
Desde hace miles de años, la trufa se ha consumido en muchas partes del mundo. Por su particular aroma y sabor, es un alimento muy valorado por los mejores paladares.
Aunque hoy en día se cultivan de manera profesional, las trufas más aromáticas siguen siendo las que crecen silvestres. Para su localización en mitad del bosque, justo debajo del suelo, se utiliza el olfato de perros y cerdos adiestrados específicamente para tal fin.
Trufas de chocolate en el embarazo
Hay un tipo de bombón que recibe el mismo nombre que el hongo, debido a la forma tan parecida que presenta. Sin embargo, la trufa de chocolate nada tiene que ver con el hongo trufa.
Como ya vimos en El Blog de tu Bebé anteriormente, el chocolate en el embarazo es seguro. No obstante, hay un detalle a tener en cuenta a la hora de comer trufas de chocolate embarazada.
En la elaboración de una trufa de chocolate es habitual incluir algún tipo de licor. Si bien en la receta se calienta la mezcla y parte del alcohol se pierde, puede quedar un porcentaje importante de alcohol, que es totalmente contraproducente para la embarazada y el feto.
Puedes tomar trufas de chocolate en el embarazo si están libres de alcohol. Prueba a hacerlas en casa, o fíjate bien en la etiqueta del producto antes de consumirlas. Descarta aquellas trufas artesanales de confitería o restaurantes, cuya composición no esté del todo clara.
¿Puedo comer trufas en el embarazo?
Ahora sí; nos centraremos en las recomendaciones específicas para el hongo conocido como trufa. Este se puede encontrar en el mercado en diferentes formatos, desde el hongo crudo, cocido, hasta cremas, salsas y platos preparados que tienen un relleno de trufa de lo más delicioso.
Debido a su procedencia, las trufas en el embarazo suelen tener restos de tierra del suelo donde hayan crecido de forma silvestre o cultivada por la mano del hombre. Por este motivo es muy importante limpiarlas antes de comerlas, sobre todo cuando hablamos de trufa y embarazo.
Comer trufa embarazada no es malo. El problema se encontraría en los posibles microorganismos que hay en la tierra. Uno de los más peligrosos es Toxoplasma gondii, un parásito cuyos huevos suelen estar en la tierra, y que provocan la temida enfermedad para las embarazadas, que se conoce como toxoplasmosis.
Además de lavarlas correctamente para eliminar hasta el último resto de tierra, es interesante tomar trufa cocinada antes que cruda. Así te aseguras de eliminar bacterias, esporas de hongos y parásitos, que son altamente dañinos para la salud de la futura mamá y de su bebé.
Cómo tomar trufas en el embarazo de forma segura
Una de las formas más habituales de incluir la trufa en diferentes tipos de platos es rayando el hongo crudo para obtener unas finas láminas o lascas. Se suele añadir a la pasta italiana, a la pizza, o cualquier otro plato cuyos ingredientes casen con el delicioso sabor de la trufa.
En este caso la trufa tiene que estar muy limpia. Incluso si la has comprado en un lugar de confianza, vuelve a lavarla en casa. No la pongas en remojo si no quieres que pierda parte de sus propiedades. Cepíllala primero con un cepillo fino y pequeño, y después lávala debajo del grifo durante al menos 30 segundos.
Si notas que hay alguna parte de la trufa que está dañada, córtala y deséchala. Asegúrate también de lavarte las manos después de tocar una trufa sin limpiar.
Comprobar que las trufas están bien limpias en casa es tarea fácil, pero puede no ocurrir lo mismo si la tomas en un restaurante. Es mejor evitar comer fuera de casa platos que lleven trufa cruda, sobre todo si no estás segura de su higienización.
Trufa cocida en el embarazo
Cocinar la trufa puede arruinar el sabor y la textura de este alimento tan valioso. Por este motivo muchos chefs se niegan a hacerlo. Pero este paso es muy recomendable para comer trufas en el embarazo de manera segura. Así que no lo dudes.
Si te gustan mucho las trufas, quieres darte un capricho, pero no quieres poner en peligro a tu bebé en absoluto, asegúrate de cocinar la trufa a una temperatura de al menos 75ºC. Con el cocinado estarás eliminando cualquier bacteria o parásito.
Además de la toxoplasmosis, la trufa cruda se relaciona con otras enfermedades como la salmonelosis, listeria, e incluso gastroenteritis víricas. Estas últimas no afectan directamente al feto, pero los síntomas que provocan en la madre sí que podrían tener algunas consecuencias negativas.
Una excelente forma de comer trufas en el embarazo es hacer un delicioso relleno para pasta, una crema de trufa, salsa de trufa para acompañar, o añadirla a tus platos en crudo para cocinarlos después.
Los productos de supermercados que contienen trufa, como la mayonesa trufada, la mantequilla o el paté, el pollo o pavo trufado, y embutidos, son totalmente seguros, ya que para su producción se han seguido los estándares de calidad alimentaria pertinentes.
Trufa seca o congelada
En último lugar cabe destacar otro tipo de producto que cada vez se encuentra en más supermercados y grandes superficies de alimentación. Para poder conservar mejor la trufa, esta se suele secar o congelar, facilitando así su transporte, y alargando la vida útil.
Por un lado está la trufa seca, que se somete a un proceso de desecación con altas temperaturas. Este elimina cualquier microorganismo, para después envasarse al vacío, evitando su posterior contaminación.
También están las trufas congeladas, que son trufas crudas y frescas, sometidas a un proceso de ultracongelación, alcanzando -18ºC en tan solo un par de minutos. Gracias a este procedimiento tan rápido, las propiedades del producto se mantienen casi intactas.
Ambas son ideales opciones para tomar trufa embarazada sin ningún tipo de peligro, incluyéndola en tus platos preferidos para disfrutar de tu sabor favorito.
Recomendaciones de alimentos para consumir en el embarazo
Una vez que hemos resuelto el misterio, y sabemos que se puede comer trufa en el embarazo, seguimos planteándote otras dudas referentes a diferentes alimentos.
En El Blog de tu Bebé tenemos varias guías sobre alimentos que se pueden comer de forma segura, y aquellos con los que hay que tener un poquito de cuidado. Echa un vistazo a estas:
- ¿Puedo comer aceitunas embarazada?
- Tomar setas en el embarazo
- ¿Es posible tomar sobrasada en el embarazo?
- Comer kebab en el embarazo
- ¿Puedo tomar probióticos en el embarazo?
No te quedes sin probar las trufas en el embarazo por temor a que afecten a la salud y el desarrollo de tu bebé. Haciendo un consumo responsable y asegurándote una buena higiene del producto, seguro que se convierte en tu pequeño antojo favorito.